Reflexiones sobre el Emprendimiento y el Método IKIGAI
En el viaje del emprendimiento, cada paso que damos está guiado por una fuerza interna, un motor que nos impulsa: nuestro propósito. Este no es solo un concepto abstracto, sino la esencia de nuestra existencia como emprendedores. Es la chispa que enciende nuestra voluntad de levantarnos cada mañana, el ‘por qué’ detrás de nuestras acciones y el ‘para qué’ que nos motiva a perseguir nuestros sueños más ambiciosos.
El propósito de un emprendedor se entrelaza íntimamente con dos elementos fundamentales: la persona y el proyecto. La persona, portadora del propósito, busca avanzar y prosperar haciendo lo que ama, y a través de este proceso, contribuye a la felicidad de los demás. Por otro lado, el proyecto actúa como el vehículo que transporta las ideas y pasiones del emprendedor hacia su audiencia, ofreciendo servicios y productos que reflejan su visión y valores.
Para dar forma y dirección a nuestro propósito, el Dr. Vladimir Estrada nos introdujo al método IKIGAI, una filosofía japonesa que destila el propósito de vida en cuatro elementos cruciales: lo que amamos hacer, en lo que somos buenos, lo que el mundo necesita y lo que nos traerá beneficios. Este enfoque holístico nos ofrece una brújula para navegar el mar del emprendimiento con claridad y convicción.
Mi Propósito Emprendedor y el Método IKIGAI
Como Especialista en Marketing Digital, mi propósito se despliega de la siguiente manera:
Pasión: Mi pasión radica en conectar con la gente, en tejer redes que unan a las personas con las marcas de manera auténtica y significativa. Disfruto creando estrategias que no solo vendan un producto, sino que cuenten una historia.
Dominio: Mi habilidad para analizar tendencias y comportamientos en línea me permite crear campañas que resuenan con el público. Esta competencia se refleja en el reconocimiento y la gratitud de mis clientes y colegas.
Demanda: El mundo necesita voces que puedan articular los valores de una marca en el vasto ecosistema digital, que puedan hacer que una marca no solo sea vista, sino también comprendida y apreciada.
Beneficio: La recompensa por mi trabajo no se mide solo en términos monetarios, sino también en la satisfacción de saber que he contribuido al crecimiento y éxito de mis clientes, lo que a su vez, fomenta mi desarrollo profesional y personal.
El método IKIGAI no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que nos ayuda a construir un propósito con significado y dirección. Nos invita a mirar más allá del horizonte, a comprometernos con lo que amamos y a convertir nuestra autenticidad en nuestra mayor fortaleza.
Write a comment ...